Que bonito es
atragantarse de emoción escuchando una hermosa voz muerta, una voz que sin
quererlo te crió, que bonito es el sentimiento inmortal, el pasaje a todo, el
que todo llegue, el terror del futuro, que bello es ver rodar tus lágrimas por
la cara, el que todo cambie, estar cambiando, que el perro y mi voz cambien, que la
negra Sosa cambie y lo cante, que bonita
es la sonrisa que me animó, la mano que se apoya en mi hombro y aprieta
hablándome de la normalidad de su existencia, de lo extraordinaria de la mía. Y
esto se llama vida por eso, por esta libertad que se me otorga de increpar, de
llorar riendo, de besar llorando, de que nuestras lágrimas se vuelvan una y
sobre todo por poder mandarte al carajo y aburrirme de no ver tu
cara. Piensa en que dos minutos de mierda acabas de invertir… yo solo digo…
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