La nariz tapada, el humo en la tráquea, me desentiendo del
mundo oyendo esas voces, fumando marihuana, no la de los Subterráneos sino la
mía propia, sueño con esa tierra arenosa y suelta, sueño contigo tierra mía,
pasar mis dedos por tus nubes, oliendo el temporal con la nariz tapada. Quiero
meditar tus colinas y el verde de tus pinos, rezar las higueras acordándome del
acorde que faltaba y sin embargo no pienso en nadie más cuando estoy contigo, o
sin ti, o es que el no pensar se me está escapando.
Quizás sea plagio, quizás las vidas no se diferencian tanto
como quisiéramos, los quijotes y los panchos, el olor de un jazmín y una
gardenia no son más que manchas de hermosura, letras queridas,
recuerdos en el museo de cera.
Porque todo me recuerda a ti y de ti me acuerdo poco.