miércoles, 25 de diciembre de 2013

Son los pasos incesantes del tiempo que clavan sus uñas sobre el blanco cuero de mis cabellos, y arrimando los ojos sobre el suelo mojado que va tejiendo el azul del cielo sobre tus mejillas que al tacto de mi barba sonrojan nuestras noches. Son los pasos incesantes del tiempo sobre tu pecho abultado que carece de vida sin mis besos a su lado.
Sobre el terreno impar de tus miradas sentidas, siento el calor de la tierra que emerge en mi interior, cuando un beso tuyo me roba la sonrisa y acaricia la blanca escarcha, que aparece en el colchón, de las mañanas sin ti.

Son los cantos que te dedico y dedicaré porque eres tú y nadie más la que pasea mi vida sobre piedras rugosas, porque eres tú y nadie más la que me acurruca y me teje cada noche los sueños y acuna la tristeza sobre un manto de flores cerradas que despertarán con el sol de la mañana.