Parece que clavé mis uñas
allá profundo, donde solías estar.
Parece que le eché esa
mirada, que se entrecerraron mis ojos mirando lujuriosos sus labios, Parece
que no deseo más que a ti, pero se escapa y a veces duele.
Parece que es como tú,
parece que tiene pezones marrones, también ella,
Parece que juega con su
lengua, casi como tú.
A veces huyo y me fumo uno, como contigo.
A veces duele, a veces no
tanto.
Después sentí el sol y ya
no me recordó a ti, sino a mí cuando esperaba,
Después sentí que la garganta
se me atoraba, que las piernas me temblaban,
Después oí como ese
recuerdo me susurraba que a veces duele, a veces en cambio,
no tanto.
Las hojas volaron y el viento se levantó ante
tal injusticia y me clavó los puñales que solo él tiene,
Atravesó mi cuerpo inerte,
se despachó y se marchó, me insultó y se largó.
Soñé con otro tal vez, me comí letras y seguí
esperando lo peor de ti,
Se me atragantó otra vez
una canción, se me atragantó otra vez un perdón.
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